Atrapados en el hielo
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Hace unas semanas recorrí un viaje fascinante en el Museu Marítim de Barcelona. Algunos años atrás alguien me hablo por primera vez de Ernest Shackleton, me sedujo su vida, sus aventuras de novela de Verne. Creo que es último "explorador" entendido como aquellos hombres que se embarcaban con el único afán de descubrir e investigar lo desconocido. Y también me parece que vivió la última aventura real, al estilo de los siglos XVIII y XIX. Enamorado y cautivado por la Antártida su primer viaje lo realizó acompañando a Robert Falcon Scott en 1.901. Pocos años después se embarcaría en otra expedición antártica, la Nimrod, en la que lograron la localización del polo sur magnético. Y por fin en 1.914 parte de Londres la expedición Endurance, llamada así por el barco en el que la emprendieron. La exposición del Museo Marítim versa sobre la odisea del Endurance. Desde su comienzo la expedición destila un aroma de epopeya con el ya famoso anuncio que publicó Shackleton en la prensa británica para reclutar a los integrantes:
"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Mucho frío. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".

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Pero no creo que fueran conscientes de la crueldad y de las situaciones extremas en que se verían envueltos. El objetivo de la expedición era atravesar la Antártida desde el Mar de Weddell para llegar al Mar de Ross.

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En septiembre de 1.914 llegan a la costa de Georgia del Sur, donde tienen que parar durante un mes debido al mal tiempo. La banquisa o agua de mar congelada que forma una capa de hielo flotante impedía continuar viaje. Por fin en diciembre retoman su viaje, atravesando por entre los canales o vías que se abren en la capa de hielo. En enero el Endurance se encuentra completamente atrapado en el hielo del Mar de Weddell sin vía de escape posible. Aguantan dentro del barco hasta octubre de 1.915 en que el Endurance, escorado y sometido a la presión del hielo, deja de ser seguro. Escribe Shackleton en su diario:
"La posición es 69º 5' de latitud Sur, 51º 30' de longitud Oeste. La temperatura -20º C. una delicada brisa del sur sopla y el sol brilla en un claro cielo. Después de largos meses de ansiedad y tensión, después de momentos en los que la esperanza afloraba y momentos en los que el futuro se nos presentaba negro, nos vemos obligados a abandonar el barco, que se encuentra destrozado y sin posibilidad de reparación, estamos vivos y bien, y tenemos víveres y equipamiento para alcanzar nuestro objetivo. Nuestro objetivo es alcanzar tierra con todos los miembros de la expedición. Es duro escribir lo que siento."
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Los 28 hombres que componían la tripulación desembarcan y establecen un campamento sobre el hielo, poco después el Endurance se hunde. A partir de este punto su viaje es cada vez más penoso y arriesgado. Deciden avanzar por la banquisa hasta la Isla de Paulet arrastrando todos sus enseres y tres botes salvados del Endurance. Sin embargo también tienen que desistir de esta tentativa y optar por quedarse sobre el hielo, flotando a la deriva en espera de que las corrientes marinas les lleven hacia el norte. En abril de 1.916, debido al aumento de temperatura, la masa de hielo empieza a fragmentarse y se embarcan en los pequeños botes con los que consiguen llegar por fin a tierra firme, la Isla Elefante. No acabarían allí las penalidades ya que estaban aislados y sin posibilidad de recibir ayuda. Shackleton toma la decisión de coger uno de los botes y junto al comandante del Endurance, Worsley, el segundo oficial, Crean, y los marineros, MacCarthy, McNeish y Vincent, se embarca rumbo a la isla de partida, Georgia del Sur, para conseguir ayuda. Salieron el 24 de abril y tocaron tierra el 15 de mayo. Fue un viaje horrible, sin apenas provisiones, sobre un bote ballenero y que sólo pudieron llevar a término gracias a la pericia de los hombres que iban en él. Por último, una vez llegados a Georgia del Sur, cruzaron 40 kilómetros en menos de dos días por paisajes helados y glaciares hasta conseguir ayuda en el puerto ballenero de Stromness.

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Durante meses Shackleton intenta desesperadamente el rescate del resto de la expedición, el 30 de Agosto de 1916, a bordo del remolcador chileno Yelcho, Shackleton consigue llegar a la Isla Elefante. Desde cubierta cuenta los hombres que se ven en la playa, veintidós, todos. Habían sobrevivido en la isla 105 días.
Aunque esta aventura tiene motivos propios más que sobrados para engrosar la lista de los "grandes viajes", parte de su gran difusión y reconocimiento esta en las fotos que Frank Hurley, fotógrafo australiano, consiguió de aquel suceso. La exposición se centra en el material de Hurley que da una idea veraz y real de lo ocurrido. Estos negativos llegan ahora hasta nosotros gracias a la valentía y también tozudez de su autor que estuvo a punto de perder la vida por conservarlos.
Perdonadme por lo extenso de la aventura, en el fondo yo sólo quería recomendaros la exposición pero creo que terminó la semana pasada, en cualquier caso podéis acceder al material de Hurley en la red y merece la pena contemplar su visión de uno de los últimos parajes no domesticado por el hombre, verdaderamente naturaleza salvaje en estado puro. Además os recomiendo pasear por el Museo, es fantástico, repleto de prototipos y maquetas, cartografía, instrumentos de navegación, mascarones e incluso una réplica a tamaño real de la Galera Real de Don Juan de Austria, nave capitana de la Batalla de Lepanto. Por último destacar su perfecta ubicación en las Reales Atarazanas, conjunto histórico construido entre los siglos XIII y XIV, bien conservado y restaurado.
20 comentarios
Errores Históricos -
Ramiro -
soy Ramiro, de www.historiaclasica.com. Estaba buscando info sobre Shackleton en guuugle y me he topado con tu post. Tan sólo decirte que me ha gustado tu narración. Pues eso, saludos.
Salamandra -
http://fogonazos.blogspot.com/2008/03/las-cabaas-abandonadas-de-scott-y.html
Oyros -
Vere -
Javier Luján -
Me ha encantado este viaje, un beso, Lady.
ladydark -
mamiasmías no me había dado cuenta de lo del rótulo y habré pasado unas cuantas veces estos días, la verdad es que andamos por la ciudad sin fijarnos, como autómatas que se mueven por inercia. Bienvenido y estupenda visión la tuya de la ciudad, para despertarnos a todos un poco.
Querido Coronel estoy completamente de acuerdo contigo, eso es lo que más me llama la atención, la determinación de vivir, la confianza, es una lección increible.
Salamandra fíjate yo me imagino que debido a esa confianza que antes comentaba al Coronel, esos 22 estaban seguros de que volverían a por ellos.
churra guapa, ¡emancípate pronto! respecto a lo del espíritu creo que hoy ya no es posible viajar de la misma forma, esta todo demasiado trillado y los avances tecnológicos te alcanzan aunque corras ;).
Karistia pochola, precioso cuadro, además que sepas que por sacarlo a colación desde aquí te llamo a que me mandes "un algo" con el cuadro para colgarlo del cuaderno, prometo citar a la autora, asi que ya sabes ¡espabila!
Oyros cuenta la leyenda que allí quedó enterrado el corazón de Shackleton, tal vez no sea cierto pero parece precioso, como un Byron moderno con el corazón desgajado en su Grecia particular. Bienvenido y muchas gracias por tu comentario, ahora sentiré menos reparos a comentar en tus hechos sin tinta y con mucha miga, ya sabes los caminos comunes nos hacen encontrarnos, un abrazo.
Oyros -
Por último, cuando llegaron a esta última isla, lo hicieron por el lado equivocado, así que dos de ellos la tuvieron que atravesar a pie. Creo recordar que fueron veintitantas horas caminando, casi congelados, sin casi dormir. Cuando llegó la noche, sin poder ver nada llegaron a una pendiente y, desesperados, se lanzaron con un trineo improvisado. Cuando llegaron a la estación ballenera y dijeron quienes eran ¿1, 2, 3 años después?, la cara de sorpresa fue monumental.
No consiguieron su objetivo, pero sobrevivieron, que mucho más importante.
Un último detalle es que Shakelton visitó una vez más la isla Elefante en un barco. Sufrió allí un ataque al corazón y murió, como si la muerte, encontrando algo que le fue escondido, cobrase un precio por el tiempo perdido en aquel lugar.
KaRiSTia -
KaRiSTia -
churra -
me encantaria ir a ver ese museo . Lo apunto .No veas la de cosas que tengo apuntadas para ver cuando me emancipe .
Un beso
Salamandra -
No puedo dejar de empatizar con los que se quedaron, creo que es más difícil esperar que hacer, y hay que imaginarse la cara de los 22 cuando vieron llegar el barco.
Coronel Kurtz -
Un beso
mamíasmías -
Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Mucho frío. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito
rotulado en neón blanco ahora mismo forma parte de una instalación sobre la fachada de la casa de america de madrid del artista chileno fernando prats
.
es bello soñar
y más bello es regresar
:
anarkasis -
yo soy mu friolera.
ladydark -
Vailima estoy bien, ya sabes... adoleciendo jejeje. Estoy completamente de aucerdo ocntigo, esa era la idea pero me he ido por las ramas, decir que es una auténtica odisea al estilo homérico, con todo en contra.
Doña Gata tiene usted toda la razón, tenemos que recorrer esos sitios olvidados de las grandes rutas turísticas e investigar en nuestra exploración particular. Espero poder ponerme al día tiene usted mucho y bueno escrito sobre cine y necesito más recomendaciones. Pronto nos vemos aunque sea virtualmente, mil besos gatunos.
Jafatron empecé comentando sobre el deseo y tengo que terminar hablando del placer, en las ocasiones mágicas se unen y nos hacen rozar la felicidad. Lo de Hurley es casi increible, a principios de siglo posee una técnica y una composición moderna y novedosa, propio de reportaje del N.G. como decía la gata. Un beso entre el deseo y el placer, ya sabes, siempre más el mio.
jafatron -
Como bien dice gata, un museo olvidado por el público que vale la pena conocer.
Pues eso, un placer lady.
gatavagabunda -
Este post debería estar dedicado a aquellos que ignoran qué aventuras pueden descubrir entrando en museos ignorados por el gran público...
Vailima -
Este viaje es uno de los últimos coletazos del espíritu de Ulises.
Espero que estés bien, Lady bonita, y un gusto tenerte otra vez entre las cuerdas.
Vailima
ladybrigth -