Canción de cumpleaños
Despacio y sin avisar este cuaderno cumple un año. Tenía que hacer un pastel y poner una vela, dejarle que cerrase los ojos y pidiese un deseo. Soplar después y comenzar a repartir el dulce entre los que pasan por aquí. Pero no he tenido tiempo de tartas ni de ir a comprar velas. En realidad he aguzado el oído para intentar descubrir el deseo secreto que el cuaderno tenía pensado pedir al apagar la vela. He sorprendido a todo un abecedario cuchicheando con la imagen de la lectora funámbula. Hablaban de mudarse, las consonantes y las vocales porque se sienten infrautilizadas, en un trabajo poco valorado donde cada vez les dan tareas de menor importancia, la lectora funámbula de la derecha esta pensando en trasladarse a cualquier ático con vistas, últimamente tiene la impresión de vivir en un sótano. Y todo esto a mi no me extraña, ni me coge desprevenida, la dueña del cuaderno anda rezongando por la vida, poniendo excusas sin mucho sentido, vencida por la pereza y la dejadez.
La dueña del cuaderno, que no es otra que la que ha decidido volver a dar hoy mismo un uso ínfimo a ese abecedario criticón, tiene el corazón sensible y pese a no ponerle una vela a su pequeña creación, esta dispuesta a cumplir su deseo y que se fastidien las vocales, las consonantes y las tildes, y, hasta si me apuras, alguna diéresis perdida, que se aguante en este sótano la lectora del alambre, porque aquí permanecerán todas, descabaladas las más de las veces, pero es que ella las necesita para poder seguir oyendo a los amigos que pasean por el parque de este cuaderno sin hojas. Y esa es aún mejor razón que cumplir los deseos de un caprichoso niño con un año recién cumplido.
Gracias a todos los que habéis cogido alguna vez entre las manos esta libreta llena de anotaciones desperdigadas e inconexas, dejando que la espiral que une los folios que la componen os haya arañado con su brusquedad. Seguramente sin saberlo lográis que cada día se llenen de sentido el alfabeto y la lectora rara del diván, y a través de ellos que una funámbula recorra el cable tensado sabiendo que al otro lado hay emociones compartidas.
Por cierto la funámbula, es decir, esta que os escribe, también cumple los años en un día como hoy, ya sabéis, adoro las casualidades y algunas veces, si ellas no se dejan ver, si se ocultan, las busco y las saco de un tirón de orejas a la pista del circo.
19 comentarios
aires -
Herri -
Herri -
Un abrazo
k -
la vida soñada de los ángeles -
Vere -
Un abrazo y gracias por seguir en el alambre.
peggy -
anarkasis -
muy tarde,
feliz funambulidad,
que usted nos lo despierte bien.
gatavagabunda -
Moitos bicos
Coronel Kurtz -
Un saludo
Vailima -
un beso muy grande
Javier Luján -
Un beso.
Charles de Batz -
Salud
Yhebra -
PD: ¿Un año sólo? Pues yo habría jurado que este cuaderno siempre estuvo aquí...
Jafatron -
Dos cumples, dos pasteles... nos vamos a poner moraos.
Un beso lady :-)
fanshawe -
Muchas felicidades, milady.
Anna -
(y nosotros que lo veamos)
Salamandra -
Mejor unas medias con raya que una tarta, dónde va a parar.
el brujo don carlos -