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La funámbula

Si se me diera el olvido (Fiebre y lanza)

<h3>Si se me diera el olvido (Fiebre y lanza)</h3>

Cuando se publicó "Veneno y sombra y adiós" de Javier Marías, después de leer las elogiosas críticas que acompañaban su lanzamiento pasé por la librería para comprarla. Recordaba haber leído del mismo autor "Corazón tan blanco", aunque en mi memoria aparecía desdibujada su trama. Con la novela en la mano y a punto de pagarla me dí cuenta de que ese libro formaba parte de una trilogía y no era justo empezar por el final, así que retrocedí y cambié mi opción, cogí "Tu rostro mañana. 1 Fiebre y lanza", comienzo de la trilogía de Marías. No sé si hubiera acertado de no haberlo hecho de esta manera, pero puedo aseguraros que hacia mucho tiempo, demasiado seguramente, que un retazo de literatura no me empujaba a leer con un lápiz en la mano, subrayando, escribiendo en los márgenes del libro, acotando ideas, dejando notas para posteriores búsquedas. La mayor satisfacción que una novela puede darme como lectora es esta, sentir vida que traspasa la ficción y a la vez, sentir que formo parte de la trama, en una doble vía que fluye ligera.

Desde el principio, antes de abrir una sóla de sus páginas me quedé aferrada a su título "Tu rostro mañana", intentando explicarme el por qué de esa llamada de atención. Javier Marías toma el título de Shakespeare, "Enrique IV", segunda parte, acto II, escena II:

"What a disgrace is it to me to remember thy name! Or to know thy face tomorrow!"

Y, si como dicen, la primera frase de una novela puede delimitar el camino entre el éxito y el fracaso, para mi Marías iba camino de la gloria:

"No debería uno contar nunca nada, ni dar datos ni aportar historias ni hacer que la gente recuerde a seres que jamás han existido ni pisado la tierra o cruzado el mundo, o que sí pasaron pero estaban ya medio a salvo en el tuerto e inseguro olvido"

El escritor hace un intento en contra de su propio interés, establece las bases que dinamitará a lo largo de la novela, donde contará y contará, no parará de contar, de narrar, jugando con el lector a enseñar sin mostrar, a que vislumbre la verdad de la mentira.

"Hablan los libros en mitad de la noche como habla el río, con sosiego o desgana, o la desgana la pone uno con su propia fatiga y su propio sonambulismo y sus sueños, aunque esté o se crea muy despierto."

El protagonista, la voz que no cesa, es Jacques Deza, pero no sólo Jacques, también es Jacobo, James o Yago. Ha vuelto a Londres, dónde residió tiempo atrás como profesor en Oxford, después de su divorcio. Es reclutado para un equipo secreto del Servicio de Inteligencia, las personas que forman parte de ese equipo tienen un don, predicen que hará cualquier persona en el futuro, como se comportará. De esta forma la novela gira sobre la confianza y la traición, la palabra y el secreto, la realidad y la mentira, el azar y el tiempo. Y bajo el hilo de las reflexiones de Deza y sus interlocutores se desliza la guerra y la muerte, crímenes no resueltos y batallas perdidas.

"Las mentiras son las mentiras, pero todo tiene su tiempo para ser creído."

"La verdad se vuelve inverosímil a veces con el paso del tiempo; se aleja, y entonces parece fábula, o ya no más la verdad."

Deza recuerda en un momento concreto las palabras de su padre, "...lo interesante y difícil, lo que puede valer la pena y lo que más cuesta, es seguir: seguir pensando y seguir mirando más allá de lo necesario, cuando uno tiene la sensación de que ya no hay más que pensar ni nada más que mirar, que la secuencia está completa y que continuar es perder el tiempo. Lo importante está siempre ahí, en el tiempo perdido, en lo gratuito y en lo que parece superfluo...", esta reflexión será de alguna manera el impulso de Deza, no basta con las apariencias, lo que quieres ver está siempre delante de ti, "quien está dispuesto a ver, al final ve casi siempre".

La novela deja abiertas puertas como corresponde a algo inacabado, enigmas (una mancha de sangre anónima, una mujer que pasea con un perro) que podemos intuir por las pistas que el autor nos ha ido dando, nunca de forma clara y fehaciente, siempre por medio de recorridos ocultos. Podría parecer una novela de intriga aunque no lo es, sin embargo, lo parece... la apariencia.

"Calla, calla y entonces sálvate", este es el mantra que Jacques Deza se repite, en el silencio está la salvación y por ello, nunca deberíamos contar nada.

Mientras tanto acabo de empezar a leer "Tu rostro mañana. 2 Baile y sueño", ya os contaré porque siempre merece la pena pese a que Javier Marías diga, "y a qué tanto sueño y, aquel rasguño, mi dolor, mi palabra, tu fiebre, y tantas las dudas, y tal tormento."

13 comentarios

Nicho -

"Contar es lo que más mata y lo que más sepulta, lo que fija y dibuja y hiela nuestro rostro o el perfil o la nuca, y ser contado puede equivaler a verse inmortalizado para quien crea en eso y a ser muerto en todo caso, yo mismo me estoy enterrando en este escrito y en estas páginas, aunque nadie las lea, no sé lo que estoy haciendo ni por qué lo hago".

DE "Negra espalda del tiempo", de Marías.

ladydark -

Un poco tarde pero más vale ahora que nunca,
Charles me alegra haber removido el interés por Marías, no creo que te decepcione, ya nos contarás.
Churra me llevas adelanto pero prometo alcanzarte visto como va el camino.
Jafatron teniendo en cuenta que Sant Jordi esta a la vuelta de la esquina lo mismo encuentras el libro sin palabras, que haya suerte ;).
anarkasis hija mía vamos a tener que darle un toque al Javier y que deje algo suelto.
Karistia que voy a contarte sobre conocer y desconocer, tú eres la reina del despiste ;). Por cierto me debes algo...
Vere, placer cortito, como ves no escribo nada o muy poco, ni tan siquiera tengo tiempo para visitar a los ilustres amigos, un besazo.
Si Herri, lo descubrí después, antes de leer la novela no tenía ni idea de que iba o sobre que versaba. Creo que asi fue mejor el descubrimiento si cabe.
K me encanta que hayas llegado con tu granito (montón) de arena, no creo que se te escape nada sólo que por razones que desconocemos hay libros que nos llegan y otros que no. Y también influye mucho el momento de cada uno. yo siempre recuerdo que la primera vez que intenté leerme "El jinete polaco" de Muñoz Molina se me hizo incomestible, años después volví a leer y lo devoré con placer, cambiamos no hay más y también cambían o maduran o crecen (o decrecen, vete a saber) nuestros gustos. Un beso k y aunque no comente como deba, sigo leyéndote (y viendo fotos que conste).

k -

Jo, llego tarde, pero veo que está esto un poco parado, así que digo algo igual, aunque sea para llevar un poco la contraria. Solo he leído un libro de Marías, no me acuerdo ni del título. Escribe bien, es interesante, pero no sé por qué, tengo una sensación de agotamiento al acabar de leerlo, como si le diera muchas vueltas a las cosas y se pasara de rosca rizando las frases. Demasiado relamido para mi gusto estético (por lo menos el actual). Siempre he pensado que debe de tener algo que a mí por lo que sea se me escapa... Pero da gusto leerte a ti, sin embargo, hablando de él.

Herri -

Una gran trilogía sin duda.
Imagino que ya habrás adivinado que el protagonista Deza es el personaje que nos relata en primera persona la otra novela de Marías que has leido.
Como dice mi amigo Vere, Marías arriesga y sigue siendo de los escritores españoles actuales que merece la pena leer.

Vere -

Lo que más me interesa de Marías es que siempre arriesga.
Un placer leerte de nuevo.

KaRiSTia -

Yo adoraba leer los artículos de Javier Marías en el suplemento semanal que viene con el Diario Vasco todos los domingos. Supongo que vendrá con más diarios del grupo El Correo.
En esa revista, pugnaba con Arturo Pérez Reverte, que escribía dos páginas por delante. Y sin tanto insulto y bajeza como acostumbra a hacer el de Cartagena, mi Javier plasmaba como nadie su visión de la realidad.
La verdad es que la realidad que yo veo no tiene por qué ser la realidad que ven otros (eso lo vivo yo día a día en mi "famoso villorrio mordoriano"), y sí, creo a piés puntillas, que lo mejor es que no te conozcan. Cuando te conocen saben hacerte daño por algún lado, por eso yo he vuelto a recubrir mi persona con una capa gorda de pintura titán lux. Así, solo me conocerán aquellos a quienes yo quiero, por que los quiero.
Besos mi bella dama, te quiero mucho.

anarkasis -

Ummh..
Ese Javier es un acaparador.

jafatron -

No estoy yo en disposición de poner nada en ninguna lista de espera, porque mis listas andan a la espera de recuperar el tiempo perdido. Aún así, después de leer tu recomendación, dan ganas de hacer una excepción, así que tal vez, solo tal vez, sea capaz de ponerlo a la espera de algo y leerlo... quizá después de conseguir ese libro para no leer que encontré y nunca recuerdo comprar.

churra -

Me encantaron los tres libros , pero este tercero quizas el que mas .
Un beso

C. Martín -

Soy una ingenua metereológica..., y de las otras también, je, luce un sol radiante, sigh..., salgo para la biblioteca ya de ya.

Charles de Batz -

Reconozco también que no he leído absolutamente nada de Marías, a pesar de las insistentes recomendaciones de una entusiasta devoradora de su obra y, ahora, de las tuyas; así que pondré yo también solución al tema y prometo ponerlo ya mismo en mi lista de pendientes.

"Calla, calla y entonces sálvate"

Preciosa frase.

Salud

ladydark -

C. desde que le dije a la Generalitat que sin la pasta no había una gota, ha dejado de llover cada quince días jajaja. En serio, ponte con Marías,o mejor, espérate y te lo llevo, un besazo.

C. Martín -

Nunca he visto el momento de leer a Javier Marías, pero creo que ahora ya me has dado el empujón definitivo: mañana que me voy a por él, aunque llueva :-)