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La funámbula

Sin volverte tomabas la llana con que se hacen los senos

<h3>Sin volverte tomabas la llana con que se hacen los senos</h3>

Para entreteneros el fin de semana que mejor que el arte cercano y casi enternecedor. Esta maravilla naif, "El Templo de la Naturaleza" de Ferdinand Cheval, cartero francés que empleó 33 años de su vida (de 1.879 a 1.912) en construir su palacio soñado, en Hauterives, Dròme. Tiene 14 metros de altura, 25 de ancho y 12 metros de largo, y aproximadamente unas 93.000 horas de trabajo, todas de Cheval. El monumento tiene muros, terraza y jardín, sus fachadas están ornamentadas con inscripciones, motivos decorativos y esculturas. Sin embargo se trata en realidad de una pirámide, esta hecha exclusivamente de cara al exterior, dentro no se puede estar, comer o dormir, salvo el último sueño, ya que Cheval cuando terminó la construcción, realizó una capilla funeraria para que fuera su tumba.

En su autobiografía nos dice:

"¿Qué hacer caminando eternamente a través del mismo decorado, a menos que uno sueñe? Yo soñaba. Para distraer mis pensamientos construía en sueños un palacio de hadas... con grutas, torres, jardines, castillos, museos y esculturas."

Entre las inscripciones que hayamos en el palacio de Cheval, las más tierna y conmovedora podría ser esta:

"Durante cuarenta años cavé

para que este palacio de hadas

se alzara desde la tierra.

En aras de mi idea. mi cuerpo se ha enfrentado

a todo:

Al tiempo, a las burlas, a los años.

La vida es un corcel veloz

pero mi pensamiento seguirá viviendo en esta roca."

Dejemos al Facteur Cheval y Le Palais Ideal descansar, aunque a mi me trae una evocación clara, y a vosotros, ¿no os recuerda a nadie este domador de piedra?

4 comentarios

Jafatron -

...tan leve como la que separa la cabezonería de la locura. Pero qué hermosas locuras nos dejan estos perseverantes cabezones.

C. Martín -

Hay mucha gente que no tiene nada que hacer. Es tan leve la línea que separa la perseverancia de la cabezonería...

Jafatron -

Es inevitable la referenica a Justo Gallego, nuestro "Cheval" que lleva 40 años con su catedral. El estilo, tal como apunta gata, sí que recuerda a cierto arquitecto catalán aunque las fechas demuestran una improbable influencia mútua.

Al margen de los estilos de Cheval y Justo, lo que impresiona realmente es la capacidad de llevar a cabo semejante empresa, sobre todo para un experto como yo en dejar las cosas a medias.

Muy bueno el post.

gatavagabunda -

Fascinante.

Para mí que este señor francés vio cierto lugar de Camboya. También es posible que algún que otro lugar de Barcelona.

Gracias por el post. Es... hermoso.